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Veronika no me vende nada

Publicado: 2016-01-14


Después de cierta euforia por la posibilidad de contar con una propuesta progresista y de izquierda para las próximas elecciones, encabezada por Verónika Mendoza como candidata del Frente Amplio, lo que ha seguido en estos días es una andana de críticas en tono de decepción sinceramente preocupante.

Y no se trata de una contra campaña, se trata de gente que quiere votar por ella pero que necesita verla crecer, que les desespera el estancamiento en el 2%, que no ven una sola acción audaz de su parte, que mas bien perciben la actitud autocomplaciente de quien se considera moralmente superior.

Y es que uno de los aspectos que llevó a la conformación del FA fue la necesidad de hacer una política diferente, retomar el principio de que la política es fundamentalmente un servicio; y no servirse de la política. Pero para lograr ese objetivo de Pedagogía Política, de enseñar en la práctica lo que debe ser la política, el FA y Veronika Mendoza decidieron meterse a esta lucha, al escenario real de esa política que no valora lo moral, que no valora lo ético, que tiene otras prácticas y que busca triunfar y tener éxito en esa carrera, en esa competencia con armas eficaces. Y allí no se triunfa solo por ser honesto, ético o inteligente.

En el artículo de Laura Grados "Paren las prensas: candidato de la izquierda a primer caballero de la nación no quiere consejos" se hace ya un breve recuento de consejos que se le alcanzaron a la candidata y que no habrían sido tomados en cuenta.

La mayoría coincide en un problema de comunicación, Carlos Leon Moya, Jose Alejandro Godoy, Eduardo Villanueva (deben haber muchos más, estos son los que yo he leído) han dado consejos específicos.

Pero uno que llama mi atención es la carta de la escritora Emilie Kesch, publicada en su cuenta de facebook. La carta insiste en el tema de las comunicaciones, "Te doy un consejo: empieza cambiando a todo tu equipo de comunicaciones", "Échalos a todos. Patéalos. Corta cabezas, si es necesario. Pero, por favor, cambia de estrategia"; pero deja además entrever que existiría un núcleo duro que, de alguna manera, se ha "apoderado" de la candidata; algo así como los "dueños de la pelota".

Es difícil seguir la campaña desde lejos; y a veces solo se puede hacer recuento de coincidencias y no necesariamente en los casos de comentarios citados, pero sí en lo que parece una tendencia; mucha gente repite lo anotado en la carta de Kesch, "Verónika, ¿puedes creer que hasta he empezado a pensar que Julio Guzmán no es tan malo después de todo?".

Y aquí viene un primer deslinde, todas estas, son reacciones y preocupaciones, legítimas, justas; pero como electores.

En lo que la mayoría estamos coincidiendo es en decir; Veronika no es una buena candidata, no sonríe, no transmite, no comunica, no contagia, no me encanta, Veronika no me vende nada. Y en este mercado electoral prefiero ser conscientemente seducido por un mejor vendedor. Quizás me está ofreciendo el mismo producto que he comprado siempre; pero sabe como vendérmelo.

Exigimos "lo nuevo en la política", que los políticos cambien, pero no nosotros. Queremos que cambie la política, pero eso será imposible si no cambiamos los electores. Esta aseveración no elimina, para nada; las críticas de los comentaristas citados antes. La campaña de Veronika Mendoza no funciona, su equipo de comunicaciones debe cambiar, ella debe convertirse en una candidata popularmente más atractiva. Pero así como le exigimos que deje de rodearse de dinosaurios, nosotros también deberíamos dejar de ser los electores de la era Mesozoica.

"Estas son las razones por las que no votare por el Frente Amplio" , es el título del artículo de José Carlos Irigoyen, donde además de coincidir con la crítica a la campaña del FA, refiere que no votará por ellos ya que la izquierda sigue siendo exactamente la misma de 1990. Y sé que mucha gente piensa lo mismo. Quieres en realidad votar por la Izquierda, pero por una Izquierda diferente?, pues constrúyela.

Y aquí viene un segundo punto; así como es un absurdo creer que temas de Derechos Humanos, Ecología, Pueblos Indígenas, Feminismo, entre otros; son patrimonio de la Izquierda, es estúpido también pensar que la construcción de una propuesta alternativa de Izquierda le pertenece a alguien.

Repito otra vez, es difícil seguir la campaña desde lejos y me inquieta la idea de un círculo cerrado en torno a la candidatura de Veronika Mendoza. Después de las elecciones primarias escribí a diferentes cuentas electrónicas del FA y de colectivos de Mendoza, han pasado varias meses y no tengo una sola respuesta, por ello puedo estar seguro de la frustración de quienes indican que "no hay comunicación", que "no se aceptan críticas", que la cosa no es diferente; y que el Frente no es tan amplio; si lo dicen estando cerca, es preocupante.

Preocupante pero no definitivo, porque si se trata de no seguir siendo un elector de la era Mesozoica para seguir votando por dinosaurios, siempre habrá forma de romper los candados de los círculos cerrados. Los León Moya, los Godoy, los Villanueva, los Irigoyen, la propia Kesch deberán hablar más alto todavía.

Y la gente que tiene maneras más eficaces de hacerse escuchar, que aquellas de quienes solo nos sentamos frente al ordenador; están en la obligación de hacernos recuperar la euforia de los inicios de la candidatura de Veronika Mendoza.

La campaña tiene que cambiar, Veronika Mendoza tiene que convertirse en una candidata, tiene que lograr comunicar, de manera simple y efectiva; y los que no queremos a los ladrones, corruptos, asesinos y lobistas de siempre, tenemos también que construir la candidatura, dejar de ser electores pasivos dispuestos a comprar el mismo producto del mejor vendedor.

El Frente tiene que ser mucho más amplio de lo que algunos creen y los dinosaurios no solamente se pasean por entre la dirigencia y la militancia, sino también entre los simpatizantes y entre los simples electores.


Escrito por

Juan Miranda Sanchez

Naci en Tacna, la "Ciudad Erotica", bachiller en Antropologia, por la UNSA, fui periodista en Arequipa y Tacna, emigre a Canada.


Publicado en

La Isla de Jonas

Temas variados desde el norte del norte, vivo en Canada desde el 2002; habiendo nacido al sur del sur, en Tacna.